sábado, 31 de diciembre de 2011

Soneto de fin de año (He perdido los botones)

Han marcado estos doce hilos pasados
alabanza en la tinta, comprensión
en temas de fe y cambio en los estados
rojos sobre las cuerdas en tensión.

Con todos los ojales desdichados
he generado la causa y su extensión
al ritmo de monóculos prestados,
logrando del botón su distensión.

Pero no halla remedio esta camisa,
pues no aprecia mi madre su color.
Abro el armario, caen los botones,

¿dónde están las agujas? Tengo prisa.
Ya apenas me recreo en el olor
de tus dos ojos cuando te los pones.

martes, 27 de diciembre de 2011

"Padre"


"Padre" en la presentación de la antología poética del Bukowski Club en Gruta 77.

sábado, 10 de diciembre de 2011

De los hombres y Dios

Es el mundo muy grande, pero más

pequeño cuando lo cuentan las personas analfabetas

del núcleo. Ante todo, un tren, y lejos

Santa Eugenia, Alcobendas, Malasaña,

Madriz, pero ante todo, un tren con un señor

con bigote, sombrero y tripa, con Blanca en el asiento de enfrente

callada y esbozando atenta los ojos a través de los barrios.


¿Queda clara la incógnita equis sobre

los edificios que quedaron sin construir en el pasado?


La duda en el distrito que abandona

el pelo corto en la espalda.


Y ante

todo, repito, sutileza en los temas de amor,

tratemos con calma el hecho de que un amigo pueda irse

a jugar baloncesto a la capital del cine

de autor norteamericano.


De vez en cuando una sonrisa puede

ensuciar más el frío de los túneles.

De vez en cuando el llanto de una madre

puede sacar en claro la violencia

que guarda uno y no dice. Porque la expresión

tiene muchas entradas y salidas,

pero solo una lleva, ante todo, la sangre a su estado natural.

miércoles, 23 de noviembre de 2011

Benito del Pliego, "Merma"

Reseña del poemario de Benito del Pliego "Merma" (Tenerife, Baile del Sol, 2009) que realicé el año pasado para la universidad. Publica en el blog "La literatura del pobre". Etc.

http://laliteraturadelpobre.wordpress.com/2011/11/14/benito-del-pliego-merma-resena-de-sergio-garcia-garcia/

sábado, 29 de octubre de 2011

Recitar, y eso

a las autoras de Ser ininterrumpidamente



Esto, en fin, es jugar con el pasado

y por eso me gusta hacerlo borra

chísimo, con una buena curda y reírme

de todo lo que solo puedo entender en ese estado.


Hay tanto gilipollas suelto...

jueves, 20 de octubre de 2011

Sesi García en "Poetas en el aire"

http://www.poetasenelaire.com/2011/10/19/sergio-garcia/

domingo, 9 de octubre de 2011

Crítica literarEA

En la profundidad del adoquín,

en la leche de tops negros del adoquín

hay —que no hay— verbos de calor.

El humo que desprende un contenedor sucio

es el icono revolucionario

de la mentalidad de occidente.

Cada vez se ven menos pintores

que pinten las metrópolis. Los cascos

viejos, en cambio, de las ciudades

dormitorio se han hecho los núcleos

modernos de la ráfaga vanguardista.

Pero esto con palabras. Epígrafes

sin etimología. Madriz sobre

una reforma de la artesanía

popular. Se define en los manuales

que la flora madrileña es sexy,

drogadicta y nueva, novísima,

pero la fuerza de las letras yace

cubriendas las raíces muy abajo.

¡Viva la poesía puta, puta

y vacía! ¡Arriba la juventud

de costra resonante y de gusano sordo!

En resumen: el disfraz vituperante

que se ríe del aire de nuestros negros pulmones.


miércoles, 17 de agosto de 2011

Y rima en tus tetas

(en la cerveza puta de todos mis días)


Dices con ese escote que te mientes
cuando lo miras, que te no te hagas películas,
chaval, que esto de aquí no se prueba;
que te des la vuelta, chaval, gorrión,
que nunca vas a estar con una tía
como yo, que te hagas una paja,
que te vayas, adiós. Mientras me quedo
con el cristal ceñido en la raja,
absorto en una lengua, en una savia.
Me casaría contigo nunca, los hijos
nuestros serían reyes de España,
serían cáncer de hierro, mujer.
Y yo aspiro al momento, y no a tu baile
y a tu mentira. Porque escotes hay
repletos mientras susantidad
se va de la ciudad con la misma
cara de siempre, colmo de cansancio
y alcohol, colmo entre yo y ellos.
Miro tus tetas. Me gustas ahora,
te quiero. // Eres la misma de ayer.
En tu boca hay siempre. No es extraño.

viernes, 12 de agosto de 2011

Padre

Padre, te quiero,

pero, ¿cómo puedo darte las gracias, yo, que tampoco sé tolerar [el alcohol

y que ni siquiera conozco los sitios donde se pesca?

Raymond Carver


Y qué importa el divorcio, todo el tiempo,

las cenas los domingos por la noche

cuando los dos nos callamos y no

sabemos qué decirnos, cuando compar

timos ese silencio genético

que nos hace ser lo mismo en la historia.


Y qué importa la vida si me gusta tener

tu nariz, tu cabeza, tus bocetos

en la cara, aunque a veces

el dinero nos suponga un límite

para comprar los libros que nos gustan,

aunque ya no fumes y yo fume

mientras bebemos juntos en las terrazas.


Qué nos importa la confianza de otros

padres e hijos. Qué. Porque lo

que no me gusta es verte serio, triste

porque la economía de este tiempo

no es la mejor que habías pensado; can

sado de trabajar, de los números,

de la derecha que se va comiendo

el país de tu padre y de tu madre.


No te puedes caer, porque me va

a costar levantar un pilar de mi vida.


No te arrepientas. Ahora, con tus

cincuenta años eres más joven que nunca.


Sé fuerte, tú, porque eres mi principio.

miércoles, 3 de agosto de 2011

La poesía homosexual ("Los detectives salvajes")

...cuando ya sólo quedábamos unos pocos, Ernesto San Epifanio dijo que existía literatura heterosexual, homosexual y bisexual. Las novelas, generalmente, eran heterosexuales, la poesía, en cambio, era absolutamente homosexual, los cuentos, deduzco, eran bisexuales, aunque esti no lo dijo.

Dentro del inmenso océano de la poesía distinguía varias corrientes: maricones, maricas, mariquitas, locas, bujarrones, mariposas, ninfos y filenos. Las dos corrientes mayores, sin embargo, eran la de los maricones y la de los maricas. Walt Whitman, por ejemplo, era un poeta maricón. Pablo Neruda, un poeta marica. William Blake era maricón, sin asomo de duda, y Octavio Paz marica. Borges era fileno, es decir de improviso podía ser maricón y de improviso simplemente asexual. Rubén Darío era una loca, de hecho la reina y el paradigma de las locas.

—En nuestra lengua, claro está —aclaró—; en el mundo ancho y ajeno el paradigma sigue siendo Verlaine el Generoso.

Una loca, según San Epifanio, estaba más cerca del manicomio florido y de las alucinaciones en carne viva mientras que los maricones y los maricas vagaban sincopadamente de la Ética a la Estética y vicerversa. Cernuda, el querido Cernuda, era un ninfo y en ocasiones de gran amargura un poeta maricón, mientras que Guillén, Aleixandre y Alberti podían ser considerados mariquita, bujarrón y marica, respectivamente. Los poetas tipo Carlos Pellicer eran, por regla general, bujarrones, mientras que poetas como Tablada, Novo, Renato Leduc eran mariquitas. De hecho, la poesía mexicana carecía de poetas maricones, aunque algún optimista pudiera pensar que allí estaba López Velarde o Efraín Huerta. Maricas, en cambio, abundaban, desde el matón (aunque por un segundo yo escuché mafioso) Díaz Mirón hasta el conspicuo Homero Aridjis. Debíamos remontarnos a Amado Nervo (silbidos) para hallar a un poeta de verdad, es decir a un poeta maricón, y no a un fileo como el ahora famoso y reinvindicado potosino Manuel José Othón, un pesado donde los haya. Y hablando de pesados: mariposa era Manuel Acuña y ninfo de los bosques de Grecia José Joaquín Pesado, perennes padrotes de cierta lírica mexicana.

—¿Y Efrén Rebolledo? —pregunté yo.

—Un marica menorcísimo. Su única virtud es la de ser si no el único, el primer poeta mexicano que publicó un libro en Tokio, Rimas japonesas, 1909. Era diplomático, por supuesto.

El panorama poético, después de todo, era básicamente la lucha (subterránea), el resultado de la pugna entre poetas maricones y poetas maricas por hacerse con la palabra. Los mariquitas, segúan San Epifanio, eran poetas maricones en su sangre que por debilidad o comodidad convivían y acataban —aunque no siempre— los parámetros estéticos y vitales de los maricas. En España, en Francia y en Italia los poetas maricas han sido legión, decía, al contrario de lo que podría pensar un lector no excesivamente atento. Lo que sucedía era que un poeta maricón como Leopardi, por ejemplo, reconstruye de alguna manera a los maricas como Ungaretti, Montale y Quasimodo, el trío de la muerte.

—De igual modo Pasolini repinta a la mariquería italiana actual, véase el caso del pobre Sanguinetti (con Pavese no me meto, era una loca triste, ejemplar único de su especie, o con Dino Campana, que come en mesa aparte, la mesa de las locas terminales). Para no hablar de Francia,gran lengua de fagocitadores, en donde cien poetas maricones, desde Villon hasta nuestra admirada Sophie Podolski cobijaron, cobijan y cobijarían con la sangre de sus tetas a dies mil poetas maricas con su corte de filenos, ninfos, bujarrones y mariposas, excelsos directores de revistas literarias, grandes traductores, pequeños funcionarios y grandísimos diplomáticos del Reino de las Letras (véase, si no, el lamentable y siniestro discurrir de los poetas de Tel Quel). Y no digamos nada de la mariconería de la Revolución Rusa en donde, si hemos de ser sinceros, sólo hubo un poeta maricón, uno solo.

—¿Quién? —le preguntaron.

—¿Maiacovsky?

—No.

—¿Esenin?

—Tampoco.

—¿Pasternak, Blok, Mandelstam, Ajmátova?

—Menos.

—Dilo de una vez, Ernesto, que me estoy comiendo las uñas.

—Sólo uno —dijo San Epifanio—, y ahora te saco de la duda, pero eso sí, maricón de las estepas y de las nieves, maricón de la cabeza a los pies: Khlebnikov.

Hubo opiniones para todos los gustos.

—Y en Latinoamérica, ¿cuántos maricones verdaderos podemos encontrar? Vallejo y Martín Adán. Punto y aparte. ¿Macedonio Fernández, tal vez? El resto, maricas tipo Huidobro, mariposas tipo Alfonso Cortés (aunque éste tiene versos de maricona auténtica), bujarrones tipo León de Greiff, ninfos abujarronados tipo Pablo de Rokha (con ramalazos de loca que hubieran vuelto loco a Lacan), mariquitas tipo Lezama Lima, falso lector de Góngora, y junto con Lezama todos los poetas de la Revolución Cubana (Diego, Vitier, el horrible Retamar, el penoso Guillén, la incosolable Fina García) excepto Rogelio Nogueras, que es un encanto y una ninfa con espíritu de maricón juguetón. Pero sigamos. En Nicaragua dominan mariposas tipo Coronel Uetecho o maricas con voluntad de filenos, tipo Ernesto Cardenal. Maricas también son los Contemporáneos de México...

—¡No —gritó Belano—, Gilberto Owen no!

—De hecho —prosiguió imperturbable San Epifanio—, Muerte sin fin es, junto con la poesía de Paz, La Marsellesa de los nerviosísimo y sedentarios poetas mexicanos maricas. Más nombres: Gelman, ninfo, Benedetti, marica, Nicanor Parra, mariquita con algo de maricón, Whestphalen, loca, Enrique Lihn, mariquita, Girondo, mariposa, Rubén Bonifaz Nuño, bujarrón amariposado, Sabines, bujarrón abujarronado, nuestro querido e intocable Josemilio Pe, loca. Y volvamos a España, volvamos a los orígenes —silbidos—: Góngora y Quevedo, maricas; San Juan de la Cruz y Fray Luis de Leó, maricones. Ya está todo dicho. Y ahora, algunas diferencias entre maricas y maricones. Los primeros piden hasta en sueños una verga de treinta centímetros que los abra y fecunde, pero a la hora de la verdad les cuesta Dios y ayuda encamarse con sus padrotes del alma. Los maricones, en cambio, pareciera que vivan permanentemente con una estaca removiéndoles las entrñas y cuando se miran en un espejo (acto que aman y odian con toda su alma) descubren en sus propios ojos hundidos la identidad del Chulo de la Muerte. El chulo, para maricones y maricas, es la palabra que atraviesa ilesa los dominios de la nada (o del silencio o de la otredad). Por lo demás, y con buena voluntad, nada impide que maricas y maricones sean buenos amigos, se plagien con finura, se critiquen o se alaben, se publiquen o se oculten mutuamente en el furibundo y moribundo país de las letras.

—¿Y Cesárea Tinarejo, es una poeta maricona o marica? —preguntó alguien. No reconocí la voz.

—Ah, Cesárea Tinarejo es el horror —dijo San Epifanio.



Roberto Bolaño, Los detectives salvajes, Barcelona, Anagrama, 1998, pp. 82-85


jueves, 21 de julio de 2011

Mamá, las imágenes me superan

Mother do you think they’ll drop the bomb?

Mother do you think they’ll like the song?

Mother do you think they’ll try to break my balls?


Pink Floyd



Este es el sitio donde cambiará

el mundo, donde no habrá nada más

allá del verde-miel que marca y cava

los alimentos. Dónde, mamá, dónde

acabaré tirado, en qué oquedad,

en qué campo de rosas romperé

con las manos las lágrimas de los

otros. Quién será lo bastante fuer

te como para hacerme la cama

por la noche.

/ / / / / / / / Esa luz no es común

en este lugar donde al fondo de

la calle hacen pequeño el agujero

labios y horizontes.

/ / / / / / / / / / / / Lo peor de una imagen

es cuando tiene un fondo de acción.



martes, 31 de mayo de 2011

"Revolución caliente"

Yo no soy un auténtico, fiel revolucionario,
sino que soy de esos fuertes en
un partido, paseo entre las asambleas
y me siento un extraño que dormita
muy lejos de allí, en pueblos que vendrán
en un futuro, sin mesa ni cama
relativas a mí. Pero sí soy
amo y señor de un beso, un gesto muy sencillo
depositado en un hombro.
Y allá se quedan plazas y plazos,
vidas y víveres que me dejan
desnudo ante la sombre que soy
y que me sigue a todas partes.

sábado, 21 de mayo de 2011

manifiesto (a pleno sol)

"Manifiesto" de Pedro Faura


Yo firmo lo que sea,
pero no se trata tan solo de firmar,
se trata de escribir,
pero no se trata tan solo de escribir,
se trata de leer en voz alta;
pero no solo de eso, sino también
de salir a la calle,
pero no se trata tan solo de salir a la calle,
sino también de gritar por las aceras,
pero no se trata solo de gritar,
se trata de reunirnos todos al fin por la justicia,
al fin por la paz,
pero no solo de reunirnos,
también de cantar;
pero no solo de cantar,
también de iniciar una marcha,
pero no solo de iniciar una marcha,
sino también de llegar caminando hasta el fin
y, caiga quien caiga, derribar a las gentes que nos estorban y envilecen;
pero no solo de llegar, de derribar,
sino también de construir
dentro de España España,
pero no solo de eso, sino también...



(Para descargar el disco Manifiesto de Pedro Faura: http://cincuentaytresdias.blogspot.com/2010/11/musica-de-combate-manifiesto-de-pedro.html )





¡Hay que fundir la estatua ecuestre y erigir una del Mahatma!

martes, 26 de abril de 2011

Análisis literario del campo, en la periferia

Lo peor de una imagen es cuando tiene un fondo
de acción

domingo, 24 de abril de 2011

Pueblo, olivos (en cursiva)


Estoy enamorado de las gentes

de aquel pueblo que aún no conozco,

de sus poemas, valles y de su arte;

estoy enamorado del sabor

aceitoso de vidas y pinturas

que hay en sus plazas, aire y hogueras

nocturnas con Madrid a cuatro horas

pasando por Despeñaperros, lejos

del fuerte amor que exime los minutos de fiesta

en lugares ajenos. Y ya está.

viernes, 22 de abril de 2011

Entremés 1

Jueves Santo, doce de la noche. En un parking cercano a la estación de tren de Valdelasfuentes (Alcobendas) dos jóvenes cambian la rueda trasera derecha de un nissan primera del 93, después de haber sufrido ésta un reventón. Llueve a mares como en Macondo. El paraguas está tirado en el suelo.

SESI-. ¿Te ayudo, Chapa?
CHAPA-. No, tranquilo.
SESI-. Joder, ¡cómo llueve!
CHAPA-. Ya te digo.
SESI-. Mañana nos vamos a pillar una...
CHAPA-. Ya.
SESI-. Bueno, míralo por el lado bueno: mañana no tendremos que estudiar.

Los dos jóvenes se ríen.

domingo, 20 de marzo de 2011

Anales 11

El pasado es un buen compañero de piso. Pero ya parece que, poco a poco, nos va dejando a mi madre y a mí vivir tranquilos en el piso de Alcobendas.

Mi madre, dama cuarentona y supersticiosa, cuando me voy de viaje o paso algunos días fuera de casa, llena las esquinas de mi cuarto de pequeñas montañas de azúcar y canela. Y, claro, entran hormigas —o eso me parece a mí, porque sólo las veo cuando duermo—... El tema es el siguiente: hormigas entran, por supuesto, pero a veces el pasado (ijodelagranputa) se echa unas risas con ellas, y beben, y recuerdan...


"Himno a la juventud" de Jaime Gil de Biedma

Heu! quantum per se candida forma valet!
Propercio, II, 29, 30


A qué vienes ahora,
juventud,
encanto descarado de la vida?
¿Qué te trae a la playa?
Estábamos tranquilos los mayores
y tú vienes a herirnos, reviviendo
los más temibles sueños imposibles,
tú vienes para hurgarnos las imaginaciones.

De las ondas surgida,
toda brillos, fulgor, sensación pura
y ondulaciones de animal latente,
hacia la orilla avanzas
con sonrosados pechos diminutos,
con nalgas maliciosas lo mismo que sonrisas,
oh diosa esbelta de tobillos gruesos,
y con la insinuación
(tan propiamente tuya)
del vientre dando paso al nacimiento
de los muslos: belleza delicada,
precisa e indecisa,
donde posar la frente derramando lágrimas.

Y te vemos llegar: figuración
de un fabuloso espacio ribereño
con toros, caracolas y delfines,
sobre la arena blanda, entre la mar y el cielo,
aún trémula de gotas,
deslumbrada de sol y sonriendo.

Nos anuncias el reino de la vida,
el sueño de otra vida, más intensa y más libre,
sin deseo enconado como un remordimiento
-sin deseo de ti, sofisticada
bestezuela infantil, en quien coinciden
la directa belleza de la starlet
y la graciosa timidez del príncipe.

Aunque de pronto frunzas
la frente que atormenta un pensamiento
conmovedor y obtuso,
y volviendo hacia el mar tu rostro donde brilla
entre mojadas mechas rubias
la expresión melancólica de Antínoos,
oh bella indiferente,
por la playa camines como si no supieses
que te siguen los hombres y los perros,
los dioses y los ángeles
y los arcángeles,
los tronos, las abominaciones...


¿Qué me está passsssssando?


viernes, 11 de marzo de 2011

Esto no es un esperpento

En un momento, mientras miraba de frente un pasado que ocupó el papel de base material durante quince años de mi vida, todas las cosas pierden su belleza más esencial: la gramática, la poesía, la literatura en general, los recuerdos, mis padres, la verdadera familia, las amistades, las relaciones sexuales y sus aledaños, el tabaco, la cerveza, el alcohol, la fiesta, su pelo rubio, sus labios, su olor, su voz, su pelo corto, su cuello, su sonrisa, las mujeres, etc.

Pero había algo dentro, muy dentro que no cambiaba, pues brillaba gracias a la leve luz de su belleza. Poco a poco ese algo fue interiorizando toda una vida con rasgos y bellezas perdidas.

Y todo empezó a cobrar sentido de nuevo.

martes, 8 de febrero de 2011

Siempre en su sitio (anales 10)

-Mamá, me duele la garganta y no me encuentro muy católico...
-Eso es el cansancio que tienes en el cuerpo.
-Cuando los días de diario son todos viernes...
-Mañana vete al médico por la mañana.
-Buena idea. El rollo va a ser aparcar luego en la universidad a media mañana.
-Pues deja el coche en la renfe y luego lo coges para ir a dar las clases particulares.
-Eso haré.

Dos días antes, concretamente, el domingo:

-Mamá, ¿qué te pasa?
-Nada. El trabajo. Lo de siempre.
-¿Te acuerdas de este poema? Espera, que voy por el libro y te lo leo:



SIEMPRE EN SU SITIO

A Manoli

Trabaja en las alturas
y convive con todo en armonía
pues tiene, para todos, la sonrisa
y la eficacia puesta.

Anda siempre entre citas, y cuadrantes,
papeles... Vigilante,
preserva algún despacho (al inquilino)
y siempre está en su sitio.

Amable y diligente
vive, trabaja, por la sexta siempre.



Manuel López Azorín,
Azul de los afectos


Ahora, sonrisa.

domingo, 6 de febrero de 2011

El esperpento más bello del mundo


Cinco y veinte de la mañana.

-"Alcobendas San Sebastián de los Reyes, vía 4".

-¿Por qué en el tren pone "Colmenar Viejo".
-Yo que sé, Chapa, irá a Colmenar. Nos bajamos en Cantoblanco, esperamos al de Alcobendas y punto.

Seis menos diez de la mañana. Abro los ojos.

- Tú, Chapa, que nos tenemos que bajar en Cantoblanco.
-Joder, Sesi... Estamos en Tres Cantos.
-Me cago en la puta. Nos hemos sobao.
-Pufff.



miércoles, 2 de febrero de 2011

Huc

Dame alas para volar, Señor,

pero para volar caminando,

constantemente. La calle gusta,

apetece acelerar, abrir

la ventanilla, liar, fumar.

Incluso las situaciones

más precarias adquieren tonalidad

de capítulos importantes

—mete la radio y haz del coche

una fiesta, de la casa

una discoteca y sigue

fumando—. Su pelo rubio no huele

a tabaco.

/ / / / / / / / Pero, ¿a qué huele

su casa, Rober? ¿A qué huele

Chapa cuando la botella

de bombay saphire está más barata?

La música contesta (

el próximo tren sale a las once horas

y treinta minutos), ciu, facultad

de odontología =

aparcamiento gratis y mear,

porque cuando meo pienso en ella

bailando, cerca, muy cerca

y las cejas negras son como

las fronteras del altruismo,

más allá, entre ahora y ahora.

La vida esconde sus fuegos,

sus fuegos de colores y pregunta

el porqué de mi mirada

y el porqué de tus respuestas

atentas, sugerentes. Otra copa,

otra fuerza por los dedos

y los oídos, otra

/ / / / / / / / / / / / / revolución

deshecha, aquí y ahora.

Pensamos que la de Burgos

está llena de futurizantes

momentos, de radares contra

la ceniza, porque ahí está

la sensación de todos los días

—sus labios rojos,

su lunar de forma inquieta

en mi respiración—,

incluso están los besos y rumores

que conocemos de sobra.

sábado, 29 de enero de 2011

Anales 9

Que solo me siento cuando el mundo se disfraza.

(¡¡¡MELANCOLÍA!!!

Y me has mirado a los ojos: )

viernes, 28 de enero de 2011

Anales 8

-Es que se me hace muy pesado el tema, mamá.
-Pues lo acabas de decir, Sergio: ya terminó.

(La mujer de mi vida.)

jueves, 20 de enero de 2011

Ni lenguaje (artístico) ni nada


Esos labios rojos no los sabe
pintar cualquiera.

/ / / / / / / / / / / / / Después de muchas
horas, de muchas semanas perdien
do el tiempo distingo el pelo corto,
rubio y castaño, y el flequillo
que junto con ese carmín
me dan la vida en los momentos

/ / / / / / solitarios / / / / / / /.



(

Oh, Rocky!).

miércoles, 19 de enero de 2011

Anales 7

Un río de oro que glorifica la vida...


... y esa voz.



martes, 18 de enero de 2011

Anales 6

De vez en cuando apetece un poema de amor. Y eso que yo no soy muy asiduo a perderme como hacen tantos y tantas por sus palabras, sus versos, sus besos y su miel -mucha, mucha miel que termina ahogando-, pero ahora en este período de exámenes universitarios no viene mal un poco de "distracción quimérica" algo fuera de los límites de los apuntes y la tinta (en segundo los exámenes eran mucho más terribles y anchos, aun así en estos de la universidad prima ante todo el misterio). La distracción me viene en esta noche de martes con un poema de Luis Rosales. Preferiría, sinceramente, que los versos de amor hablaran de carmín, tetas y cigarrillos (porque la auténtica belleza reside en la realidad más mundana). Me reservo el derecho de admisión:

ANDAR ES TU DEFINICIÓN

Si alguien me hiciera una pregunta
sólo podría decirle que a mí me gusta verte andar,
y en vez de contestarle
trasladaría mis ojos a los suyos para que recordara,
sin haberlo vivido,
la convencida seriedad con que andas lo mismo
[que la luz se mueve haciendo testamento,
pues tus pasos transmiten un orden instantáneo
como si tú llevaras al andar el movimiento
[de la tierra.
Destraba y solar vienes desde la sangre
[y tienes el oficio del verano,
andar es tu definición
y tu gracia es el orden,
y tu fuerza es el ímpetu con que a veces te paras
[mientras hablas
igual que se repliegan las defensas de una
[ciudad para hacerla más fuerte.



Porque en la experiencia reside la razón de nuestros actos (y de nuestra fe), debo poner algunos ejemplos claros y evidentes de belleza, ya que antes se habló del tema:









Al margen de este elenco, ahora sí que me gustaría mostraros y dejarme empapar por un auténtico poema de amor:


En invierno es mejor un cuento triste

Conmigo tú no tengas
remordimiento, madre. Yo te doy lo único
que puedo darte ahora: si no amor,
sí reconciliación. Ya sé el fracaso,
la victoria que cabe
en un cuerpo. El caer, el arruinarse
de tantos años contra el pedernal
del dolor, el huir
con leyes a mansalva
que me daban razón, un cruel masaje
para alejarme de ti; historias
de dinero y de catres,
de alquileres sin tasa,
cuando todas mis horas eran horas de lobo,
cuando mi vida fue estar al acecho
de tu caída, de tu
herida, en la que puse,
si no el diente, tampoco
la lengua,
me dan hoy el tamaño
de mi pecado.

Sólo he crecido en esqueleto: mírame.
Asómate como antes
a la ventana. Tú no pienses nunca
en esa caña cruda que me irguió
hace dieciséis años. Tú ven, ven,
mira qué clara está la noche ahora,
mira que yo te quiero, que es verdad,
mira cómo donde hubo
parcelas hay llanuras,
mira a tu hijo que vuelve
sin camino y sin manta, como entonces,
a tu regazo con remordimiento.


Claudio Rodríguez,
Alianza y condena

Alterae res

Vídeo realizado por Alma Prieto