domingo, 20 de marzo de 2011

Anales 11

El pasado es un buen compañero de piso. Pero ya parece que, poco a poco, nos va dejando a mi madre y a mí vivir tranquilos en el piso de Alcobendas.

Mi madre, dama cuarentona y supersticiosa, cuando me voy de viaje o paso algunos días fuera de casa, llena las esquinas de mi cuarto de pequeñas montañas de azúcar y canela. Y, claro, entran hormigas —o eso me parece a mí, porque sólo las veo cuando duermo—... El tema es el siguiente: hormigas entran, por supuesto, pero a veces el pasado (ijodelagranputa) se echa unas risas con ellas, y beben, y recuerdan...


"Himno a la juventud" de Jaime Gil de Biedma

Heu! quantum per se candida forma valet!
Propercio, II, 29, 30


A qué vienes ahora,
juventud,
encanto descarado de la vida?
¿Qué te trae a la playa?
Estábamos tranquilos los mayores
y tú vienes a herirnos, reviviendo
los más temibles sueños imposibles,
tú vienes para hurgarnos las imaginaciones.

De las ondas surgida,
toda brillos, fulgor, sensación pura
y ondulaciones de animal latente,
hacia la orilla avanzas
con sonrosados pechos diminutos,
con nalgas maliciosas lo mismo que sonrisas,
oh diosa esbelta de tobillos gruesos,
y con la insinuación
(tan propiamente tuya)
del vientre dando paso al nacimiento
de los muslos: belleza delicada,
precisa e indecisa,
donde posar la frente derramando lágrimas.

Y te vemos llegar: figuración
de un fabuloso espacio ribereño
con toros, caracolas y delfines,
sobre la arena blanda, entre la mar y el cielo,
aún trémula de gotas,
deslumbrada de sol y sonriendo.

Nos anuncias el reino de la vida,
el sueño de otra vida, más intensa y más libre,
sin deseo enconado como un remordimiento
-sin deseo de ti, sofisticada
bestezuela infantil, en quien coinciden
la directa belleza de la starlet
y la graciosa timidez del príncipe.

Aunque de pronto frunzas
la frente que atormenta un pensamiento
conmovedor y obtuso,
y volviendo hacia el mar tu rostro donde brilla
entre mojadas mechas rubias
la expresión melancólica de Antínoos,
oh bella indiferente,
por la playa camines como si no supieses
que te siguen los hombres y los perros,
los dioses y los ángeles
y los arcángeles,
los tronos, las abominaciones...


¿Qué me está passsssssando?


viernes, 11 de marzo de 2011

Esto no es un esperpento

En un momento, mientras miraba de frente un pasado que ocupó el papel de base material durante quince años de mi vida, todas las cosas pierden su belleza más esencial: la gramática, la poesía, la literatura en general, los recuerdos, mis padres, la verdadera familia, las amistades, las relaciones sexuales y sus aledaños, el tabaco, la cerveza, el alcohol, la fiesta, su pelo rubio, sus labios, su olor, su voz, su pelo corto, su cuello, su sonrisa, las mujeres, etc.

Pero había algo dentro, muy dentro que no cambiaba, pues brillaba gracias a la leve luz de su belleza. Poco a poco ese algo fue interiorizando toda una vida con rasgos y bellezas perdidas.

Y todo empezó a cobrar sentido de nuevo.

Alterae res

Vídeo realizado por Alma Prieto