domingo, 1 de abril de 2012

Chulo

Mi madre me recuerda, muy de vez

en cuando, que su padre, mi abuelo,

días antes de morir quería

encargar dos trajes a un sastre: uno

para él y otro para mí. Un traje para

un niño de tres años.


Muy de vez

en cuando, le recuerdo a ella que hay días

en los que mi abuelo es mi copiloto:

yo le suelo ofrecer algún cigarro

y él, mientras sintoniza Radio Olé,

me dice: chulo, cuida de tu madre,

que se merece todo lo bueno de este mundo.


Algunas veces, muy de vez en cuando,

ella piensa, y lo sé, que, por mucho

que nos duela la vida, ella nunca ha dejado

de ser la niña tierna de su padre.



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Alterae res

Vídeo realizado por Alma Prieto