En la profundidad del adoquín,
en la leche de tops negros del adoquín
hay —que no hay— verbos de calor.
El humo que desprende un contenedor sucio
es el icono revolucionario
de la mentalidad de occidente.
Cada vez se ven menos pintores
que pinten las metrópolis. Los cascos
viejos, en cambio, de las ciudades
dormitorio se han hecho los núcleos
modernos de la ráfaga vanguardista.
Pero esto con palabras. Epígrafes
sin etimología. Madriz sobre
una reforma de la artesanía
popular. Se define en los manuales
que la flora madrileña es sexy,
drogadicta y nueva, novísima,
pero la fuerza de las letras yace
cubriendas las raíces muy abajo.
¡Viva la poesía puta, puta
y vacía! ¡Arriba la juventud
de costra resonante y de gusano sordo!
En resumen: el disfraz vituperante
que se ríe del aire de nuestros negros pulmones.
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