Quise un amor de
biblioteca ahora.
Quise una beca
con destino ajeno
para buscarte en
Madriz con los labios
humeantes de
internacionales tuyas.
Quise, y quiero,
el cajón donde se exponen
tus detalles.
Querré tu aliento cuando
cierres los ojos
como quise nuestras
manos cogiendo
el mismo libro antiguo.
Quiero que la
experiencia adorne el sol,
que me unja de
sorpresas, que me quiera.