BEATUS ILLE QUI EST CUM ILLIS MULIERIBUS
Las situaciones, los contextos están continuamente cambiando: al otro lado de la ventana ya no se encuentra el largo edificio del colegio, sino la visión de la meseta valenciana; Rober y Aguado no intentan estudiarse los apuntes de Filosofía en el recreo anterior al examen, y Chapa no mira distraído la pared de clase, sino que que ojea las instrucciones de un preservativo que me dieron en una reunión de Asociaciones Juveniles de Alcobendas (como si no supiera cómo funciona).
El viaje sigue. Continúa esa nube molesta estando sobre nosotros, pero por el horizonte se aprecia el sol. Tenemos que ser optimistas con lo que se refiere al tiempo, aunque en muchas ocasiones digo yo que ese tema será algo superfluo. La nube de las narices sigue sin desaparecer y a Chapa le asustan todos los trenes que vienen paralelos por la otra vía. Ya casi estamos llegando.
Tren Madrid - Gandía, 16 de junio de 2010.
Un post de las noches en Gandía harás, ¿no? ;)
ResponderEliminarAlgo escribí sobre eso, sobre todo del momento justo después de la noche, cuando salíamos de la discoteca...
ResponderEliminar